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El mercado del arte, para entendernos, las galerías, es un de esos campos donde encontrar tu lugar y mantenerte es extremadamente difícil. Eso lo saben bien en la categoría Sokoa, que ha sabido a lo largo de estos años mantener una línea coherente de trabajo serio para poder llegar hasta donde están hoy.

Para celebrarlo han seleccionado a ocho artistas, cada uno con su propia tendencia pictórica. Un muestrario de lo más significativo que ha pasado por estas salas

Los pintores seleccionados para esta ocasión tan especial han sido: Alvar, F. Arjona, Campos Ugarte, R. Navarro, Pérez Mu­ñoz, E. Santos Guada, Subarroca y Vega Ossorio.

Artistas y obras variopintas que son una panorámica sobre las distintas tendencias a las que la galería se ha acercado. Las osadas figuraciones abs­tractas de Arjona; los sinuosos, casi nebulosos personajes de Alvar nos reciben, pero no es la figura humana la predominante en la muestra. Las naturalezas muertas y los paisajes, de dife­rentes corrientes son lo que más abunda en la selección.

Campos Ugarte nos acerca a la fuerza del volumen de Cezanne, formas que sin perder su propia personalidad se acercan al abstracto; el colorido de la naturaleza según Rufo Navarro, es otro toque de personalidad, frente a él, los arenas de Pérez Muñoz juega justamente con e efecto contrario de la pintura, la deja expresarse en su materialidad más que en el colorido. Las Ventanas de Vega Ossorio vuelven a alejarnos de la realidad más inmediata, todo es atravesado por láminas de luz que cambian nues­tra percepción. Subarroca con sus fuertes contornos y líneas gruesas vuelve a llevarnos a ten­dencias postimpresionistas, pero su nota más personal es, él tam­bién, su uso del color.

He decidi­do dejar para el final al más clá­sico de este octeto, Eduardo San­tos Guada, su visión poética de la naturaleza prefiere acercarse a ella tal cual es, sin perderse en teorías pero con una técnica pre­cisa.

Esta mínima reseña nos puede hacer una idea del universo pic­tórico que nos espera en la gale­ría Sokoa a la que sólo me resta decir que brindamos por otros veinticinco.

Leticia Martín Ruiz
Galería Sokoa